28 marzo, 2024

Ordejón de Arriba

ORDÉJONES (LOS): 1. con ayunt. en la prov., dióc, aud. terr. y c. g. de Búrg03 (8 leg.), part. jud. de Villadiego (2): SIT. entre elevadas peñas y montañas, donde los vientos N y O. reinan con más frecuencia que los demás, por cuya razón el CLIMA es frio, y se padecen comúnmente pulmonías y catarrales. Este pueblo, dividido en dos barrios, consta de 70 CASAS, inclusa 2 consistoriales una en cada uno de aquellos, las cuales así como las restantes, son de mala construcción y nada cómodas. Hay también una escuela de primeras letras, concurrida por 10 niños y 12 niñas, cuyo maestro está dotado con 12 fan. de morcajo, satisfechas por los padres de los concurrentes; 2 parr. matrices Sta María y San Juan) y 2 cementerios; cada una de aquellas está servida por un cura párroco y un sacristán. Confina el TÉRM. N. San Martin de Humada y Fuencalenteja; E. Villaernando y los Barrios; S. Rioparaisó, y O. Congosto: en él existió un pueblo denominado San Quirce, cuyo térm. es común del I. que se describe y los 4 que componen el valle de Valdehumada. El TERRENO es frío y de mediana calidad, pero de corta extensión, dividiéndose además en de secano y regadío, siendo el de esta clase fertilizado por las aguas que brotan en las referidas peñas y montañas: hay varios prados naturales y un monte poblado de matas de roble y alguna que otra de carrasca, CAMINOS: los de pueblo á pueblo. CORREOS: la correspondencia se recibe de la cap. del part. por balijero. PROD.: trigo, centeno, cebada, yeros y legumbres: ganado yeguar, aunque poco, lanar, vacuno, cabrio y de cerda; y finalmente caza de perdices. IND.: la agrícola, POBL.: 37 vec, 139 alm. CAP. PROD. 625,020 rs. IMP.: 60,623. CONTR.: 3,401 rs. 22 mis.

DICCIONARIO: GEOGRAFICO-ESTADISTICO-HISTORI CO
Pascual Madoz

Hasta mediados del siglo XX estuvo en funcionamiento un horno de cal. Sus restos aún visibles se pueden contemplar proximos a la fuente de «San Cristol», a quinientos metros del casco urbano, dirección a Villadiego.

El horno de cal o «calero» esta construido en piedra de silleria. Es una construccion en forma de cono o piramide truncada. En la parte inferior tenia una boca «hornacha» por la que se prendía fuego. Para la preparación de la hornada se ponia en primer lugar la leña de roble que se extraía del monte cercano y a continuacion una capa de carbón de piedra. Despues bién colocadas, una capa de piedras y luego otra de carbón, y así hasta varias capas.

Por la boca del horno, con una barra se hacian cuatro o cinco agujeros, que se llamaban «troneras», con el fin de que la hornada pudiera respirar.

Las utilidades de la cal producida en los «caleros» eran muy diversas: se empleaba en la construcción, para purificar las aguas, para curtir pieles…

Frente al pueblo, y a medio camino del otro barrio, Ordejón de Abajo o Santa María, se levanta la atalaya de «Peña Castillo». Se trata de una pequeña «lora» desgajada de la «Peña Ulaña». Se denominan «loras» a estos llamativos relieves a base de largas y estrechas estructuras rocosas que se lvantan por toda la comarca de donde esta toma su nombre.

Las gentes prehistoricas que habitaron la comarca de Las Loras, utilizaron esta atlaya de «Peña Castillo» como excelente punto defensivo. Quinientos años antes de Cristo situaron en su inexpugnable cima un estrategico castro. La superficie habitable tiene 150 metros de diametro y esta protegida en todo su perimetro por un cortado natural de más de 20 metros de altura. Esta espectacular acropolis era totalmente inaccesible, por lo que no tuvo que contar con defensas artificiales, y su unica entrada es un estrecho paso tajado entre las rocas.

Los restos arqueologicos (expuestos en el Museo Provincial de Burgos) nos habaln de un antiguo poblado habitado por primera vez por gentes de la Primera Edad del Hierro, que con posterioridad, en la Segunda Edad del Hierro sería ocupado por los cántabros. También existe constancia de su utilización defensiva por los visigodos y durante buena parte de la Alta Edad Media.

Próxima a la «Peña Castillo», protegiendola del frio viento del norte, allí denominado «cierzo», se levanta la lora «Peña Ulaña», semejante a una alargada e inexpugnable fortaleza natural.

Este caracter inexpugnable atrajo desde tiempos prehistoricos a las gentes que habitaban la comarca. Las recientes excavaciones arqueológicas están demostrando que La Ulaña puede considerarse como el poblado prerromano más extenso -con cerca de 600 hectareas- de todo el continente europeo. Debió de estar habitado desde la Edad del Bronce y aunque cuenta con restos de la Primera Edad del Hierro, su época de mayor explendor coincide con la Segunda Edad del Hierro. Durante este último periodo, que comienza hace unos 2.300 años, la Peña Ulaña estuvo habitada por un pueblo guerrero y legendario: los cántabros.

La cima de la Ulaña, a 1226 metros, es una superficie totalmente plana que tiene 4 km de largo por 2 de ancho. Los restos arqueologicos se distribuyen por toda la planicie, pero alcanzan su mayor espectacularidad en el extremo que se alza sobre el pueblo de Humada. Allí se localizan los restos de un importante castro de serrania de la Edad del Hierro. La construcción más llamativa de este poblado es una muralla, que en algunos puntos todavia tiene un alzado de dos metros y medio. También se han descubierto las estructuras de varias casas de planta redonda y rectangular.

Tiene una iglesia, dedicada a San Juan Bautista, renacentista, de una nave con columnas y nervaturas de piedra, muy deteriorada. El ábside es rectangular con contrafuertes en esquinas y canecillos lisos en alero. La portada tiene arco de medio punto, bajo pórtico cerrado, también con arco de medio punto. Y la torre es cuadrada, con alero moldurado, con dos huecos y dos campanas.
* La pila es románica con gallones, con pie cilíndrico y base cuadrada. El retablo mayor es clasicista, repintado.
* Sus libros parroquiales dan comienzo en el año 1608

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