24 abril, 2025

VIACRUCIS O CALVARIOS EN VALDEHUMADA

CALVARIOS

 Rebolledo Traspeña y Ordejón de Abajo

Rebolledo Traspeña, Agosto 1997. Informante: Emeterio Ortega.

Ordejón de Abajo, Septiembre 1997. Informante: María.

Hoy en la estación te espera

y todos aquí gritaron:

«muera el embustero, muera»,

y con la indignación fiera

me llevaron al calvario.

Alma que ociosa te sientes,

malhorada esta ocasión,

es posible que no sientan

mis dolores, mis afrentas,

mi muerte, pena y pasión.

En la primera estación,

atento, quiero que notes

con cuánta resignación

llevé por tu redención

más de cinco mil azotes.

El pueblo contesta:

Por vuestra Pasión,

Jesús dulce amado,

no sea yo triste por vos condenado.

Lágrimas de corazón

depurado no lloremos

para que todos logremos

los frutos de la pasión.

Calvario II

Fuenteodra, Rebolledo Traspeña y Ordejón de Abajo

Fuenteodra, Agosto 1997. Informante: Antonio Ortega. Texto escrito por Modesto Ortega en la escuela de  Fuenteodra el 20 de Marzo de 1951. Versión reproducida.

Ordejón de Abajo, Septiembre 1997. Informante: María. Incompleta.

Rebolledo Traspeña, Septiembre 1997. Informante: Emeterio Ortega. Incompleta.

Primera Estación

Poderoso Jesús Nazareno

de cielos y tierra Rey universal, (40)

oye a mi alma que os tiene ofendido

pide que sus culpas queráis perdonar;

usad de piedad.

Pues quisisteis por ella en cuanto hombre

ser muy maltratado y en cruz expirar (41)

y yo, Señor, soy el alma que ingrata

vuestros mandamientos llegué a quebrantar

muchas veces y me pesa, y ahora,

Señor, ya propongo mi vida enmendar;

usad de piedad.

Id conmigo y mostrarme el camino

para que en servicios me pueda ocupar.

Jesucristo piadoso responde

diciéndola al alma: Quieres aceptar

a servirme, procurar contrita

todos tus pecados muy bien confesar,

y luego podrás,

visitar las catorce estaciones

de la vía sacra, donde me hallarás.

Para ir por aqueste camino

la cruz en los hombros, alma, llevarás

hasta el monte Calvario, y con ella

mi pasión y muerte contemplando irás

y es medio eficaz

para el alma que firme desea

servirme y pretende sus vicios dejar.

El pretorio y casa de Pilatos

será la primera estación que andarás,

y verás que azotaron mi cuerpo

seis fuertes verdugos hasta se cansar,

sígueme y verás,

que Pilatos sentencia de muerte

me dio, procurando al César agradar.

El pueblo, después de cada estación, contestaba:

Oh Reina del cielo,

estrella del mar,

alcánzanos gracias

para no pecar. (42)

40 Rebolledo Traspeña, variante: ‘Poderoso Jesús Nazareno / de cielos y tierra Rey universal / sígueme y verás’.

Esta variante pudiera no ser tal, sino más bien un error. No han aparecido más versos de esta versión, aparte de lo que el pueblo contestaba.

41 Ordejón de Abajo: ‘oye a un alma que os tiene ofendido / y pide que sus culpas podáis perdonar; / usad de piedad. / Pues quisisteis por ella en cuanto hombre / el ser maltratado y en cruz expirar’.

No han aparecido más versos de esta versión, aparte de lo que el pueblo contestaba.

42 Esta contestación se cantaba en Ordejón de Abajo.

En Rebolledo Traspeña varía: ‘Reina del cielo, / estrella del mar, / alcanzar las gracias / para no pecar.’

Segunda estación

La segunda estación, es adonde

apenas oyeron la sentencia dar

los verdugos la cruz me pusieron

en hombros y aprisa me hacen caminar;

sígueme y verás,

que una soga me echaron al cuello

de la cual tiraban con gran impiedad.

Tercera estación

En la tercera estación, verás alma,

que como a empellones me hacían andar,

y el madero que acuestas llevaba

el peso tan grande me hizo arrodillar.

Sígueme y verás,

que a puñadas, a palos y a golpes

aquellos tiranos me hacen levantar.

Cuarta estación

En la cuarta estación, verás alma,

que cuando mi madre me vino a encontrar

en la calle amargura injuriado

vertiendo sus ojos fuentes de llorar,

sígueme y verás

que aunque llena de penas y angustias

siguiendo mis pasos fue su majestad

Quinta estación

Para que la cruz me ayudase a llevar

a Simón Cirineo, y lo hicieron

no porque movidos fueron de piedad,

sígueme y verás

que lo hicieron temiéndose todos

sería yo muerto antes de llegar.

Sexta estación

En la sexta estación, una santa

mujer fervorosa llegóse a limpiar

el sudor de mi rostro sagrado

con un lienzo blanco, llena de humildad.

Sígueme y verás,

que mi rostro estampado en tres partes

quedó en testimonio de aquesta verdad.

Séptima estación

En la séptima estación, es donde

caído en el suelo otra vez me hallaran

y del golpe que di yo tan grande

después no podía ni un paso dar.

Sígueme y verás

que llagado mi cuerpo y mi rostro

herido, escupido y denegrido estar.

Octava estación

Algunas mujeres con gran caridad,

afligidas sentían mi muerte

haciendo sus ojos fuentes de llorar;

sígueme y verás.

No lloréis, yo las dije, mi muerte

por vuestros hijos y por vos llorad.

Novena estación

La novena estación es adonde

estando mi cuerpo desangrado ya,

fatigado y muy falto de fuerzas,

con la cruz acuestas volví arrodillar,

sígueme y verás,

que en esta tercera caída

llegué con mi boca el suelo a besar;

en aquesta estación referida

estando caído volví a levantar

y al instante volví a dar en tierra

por ser ya muy mucha

mi debilidad.

Sígueme y verás,

que las piedras que había en el camino,

mis manos y brazos heridos están.

Décima estación

Esta es la décima estación, donde

habiendo llegado al Calvario, verás

que al quitar de mi cuerpo la ropa

volvieron mis llagas más a renovar;

sígueme y verás,

que la hiel con el vino mezclado

aquellos sayones a beber me dan.

Undécima estación

Esta undécima estación es donde

la cruz en el suelo sentada hallarás

y sobre ella tendido mi cuerpo

verás pies y manos en ella clavar.

Sígueme y verás

que al oír del martillo los golpes

se quedó mi madre de dolor mortal.

Duodécima estación

La duodécima estación es donde

allá en llegando considerarás

como en alto la cruz levantaron

clavando mi cuerpo por me avergonzar.

Sígueme y verás

el dolor que sintió allí mi madre

al verme escarpiado en la cruz expirar.

Décima tercia

Esta estación es la décima tercia

donde fervorosos fueron a bajar

de la cruz mi sagrado cadáver,

dos santos varones con gran caridad;

sígueme y verás

que mi madre me tuvo en sus brazos

mientras dispusieron llevarme a enterrar.

Décima cuarta

Estación es la décima cuarta

donde sepultura me fueron a dar

de limosna en un santo sepulcro

en el cual estuve tres días no más;

sígueme y verás

que después de dejarme enterrado

lloraba mi madre su gran soledad.

Estos graves dolores, tormentos

y muerte afrentosa que quise parar

en cuanto hombre, fue sólo por darte

la vida y sacarte de cautividad.

Sígueme y verás

que si humilde contemplas en ellas

siempre de mi gloria participarás.

Jesús, dulce amado,

no sea yo triste de vos condenado.

Oh, divino piadoso cordero Jesús,

Dios y hombre, si vos me mandáis

que prevenga mi cruz y que os siga.

Señor, ya obedezco, y la voy a tomar

y con voluntad.

los deleites del mundo y los vicios

y las vanidades prometo olvidar.

Yo, pequé contra vos, Cristo mío,

perdón de mis culpas

querrás otorgar;

yo propongo firmísimamente

no más ofenderos, nunca más pecar

y con humildad

las catorce estaciones y cruces

de la vía sacra siempre visitar.

Ea, hermanos amados de Cristo,

todo el que quisiere servir y agradar

a Jesús nuestro Padre, procure

su pasión y muerte siempre contemplar.

Jesús, dulce amado,

no sea yo triste

de vos condenado.

 Amén

Domingo de Ramos

Calvario, Fuenteodra y Ordejón de Abajo

Fuenteodra, Agosto 1997. Informantes: Justi, Florencia. Canción incompleta.

Ordejón de Abajo, Septiembre 1997. Informante: María.

Jesús que triunfante entró (43)

Domingo en Jerusalen,

por Mesías aclamó

y todo el pueblo en tropel

a recibirle salieron.

Con muchos ramos y palmas,

jazmines y violetas

tirandólas (44) por el suelo

se abrieron todas las puertas

por donde el señor pasaba.

Jueves por la noche fue (45)

cuando Cristo enamorado

con todo el pecho abrasado

quiso darnos de comer

su cuerpo sacramentado.

Sentóse Cristo a la mesa

con todo el apostolado,

Tomó con su mano diestra

y un pan que fue consagrado

que a todos les repartiera

Menos a Judas malvado.

Un sermón le predicó,

mas poco le ha aprovechado.

43 Versión de este fragmento procedente de Fuenteodra.

44 Acentuación debido a la melodía.

45 Fragmento procedente de Ordejón de Abajo

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