CALVARIOS
Rebolledo Traspeña y Ordejón de Abajo
Rebolledo Traspeña, Agosto 1997. Informante: Emeterio Ortega.
Ordejón de Abajo, Septiembre 1997. Informante: María.
Hoy en la estación te espera
y todos aquí gritaron:
«muera el embustero, muera»,
y con la indignación fiera
me llevaron al calvario.
Alma que ociosa te sientes,
malhorada esta ocasión,
es posible que no sientan
mis dolores, mis afrentas,
mi muerte, pena y pasión.
En la primera estación,
atento, quiero que notes
con cuánta resignación
llevé por tu redención
más de cinco mil azotes.
El pueblo contesta:
Por vuestra Pasión,
Jesús dulce amado,
no sea yo triste por vos condenado.
Lágrimas de corazón
depurado no lloremos
para que todos logremos
los frutos de la pasión.
Calvario II
Fuenteodra, Rebolledo Traspeña y Ordejón de Abajo
Fuenteodra, Agosto 1997. Informante: Antonio Ortega. Texto escrito por Modesto Ortega en la escuela de Fuenteodra el 20 de Marzo de 1951. Versión reproducida.
Ordejón de Abajo, Septiembre 1997. Informante: María. Incompleta.
Rebolledo Traspeña, Septiembre 1997. Informante: Emeterio Ortega. Incompleta.
Primera Estación
Poderoso Jesús Nazareno
de cielos y tierra Rey universal, (40)
oye a mi alma que os tiene ofendido
pide que sus culpas queráis perdonar;
usad de piedad.
Pues quisisteis por ella en cuanto hombre
ser muy maltratado y en cruz expirar (41)
y yo, Señor, soy el alma que ingrata
vuestros mandamientos llegué a quebrantar
muchas veces y me pesa, y ahora,
Señor, ya propongo mi vida enmendar;
usad de piedad.
Id conmigo y mostrarme el camino
para que en servicios me pueda ocupar.
Jesucristo piadoso responde
diciéndola al alma: Quieres aceptar
a servirme, procurar contrita
todos tus pecados muy bien confesar,
y luego podrás,
visitar las catorce estaciones
de la vía sacra, donde me hallarás.
Para ir por aqueste camino
la cruz en los hombros, alma, llevarás
hasta el monte Calvario, y con ella
mi pasión y muerte contemplando irás
y es medio eficaz
para el alma que firme desea
servirme y pretende sus vicios dejar.
El pretorio y casa de Pilatos
será la primera estación que andarás,
y verás que azotaron mi cuerpo
seis fuertes verdugos hasta se cansar,
sígueme y verás,
que Pilatos sentencia de muerte
me dio, procurando al César agradar.
El pueblo, después de cada estación, contestaba:
Oh Reina del cielo,
estrella del mar,
alcánzanos gracias
para no pecar. (42)
40 Rebolledo Traspeña, variante: ‘Poderoso Jesús Nazareno / de cielos y tierra Rey universal / sígueme y verás’.
Esta variante pudiera no ser tal, sino más bien un error. No han aparecido más versos de esta versión, aparte de lo que el pueblo contestaba.
41 Ordejón de Abajo: ‘oye a un alma que os tiene ofendido / y pide que sus culpas podáis perdonar; / usad de piedad. / Pues quisisteis por ella en cuanto hombre / el ser maltratado y en cruz expirar’.
No han aparecido más versos de esta versión, aparte de lo que el pueblo contestaba.
42 Esta contestación se cantaba en Ordejón de Abajo.
En Rebolledo Traspeña varía: ‘Reina del cielo, / estrella del mar, / alcanzar las gracias / para no pecar.’
Segunda estación
La segunda estación, es adonde
apenas oyeron la sentencia dar
los verdugos la cruz me pusieron
en hombros y aprisa me hacen caminar;
sígueme y verás,
que una soga me echaron al cuello
de la cual tiraban con gran impiedad.
Tercera estación
En la tercera estación, verás alma,
que como a empellones me hacían andar,
y el madero que acuestas llevaba
el peso tan grande me hizo arrodillar.
Sígueme y verás,
que a puñadas, a palos y a golpes
aquellos tiranos me hacen levantar.
Cuarta estación
En la cuarta estación, verás alma,
que cuando mi madre me vino a encontrar
en la calle amargura injuriado
vertiendo sus ojos fuentes de llorar,
sígueme y verás
que aunque llena de penas y angustias
siguiendo mis pasos fue su majestad
Quinta estación
Para que la cruz me ayudase a llevar
a Simón Cirineo, y lo hicieron
no porque movidos fueron de piedad,
sígueme y verás
que lo hicieron temiéndose todos
sería yo muerto antes de llegar.
Sexta estación
En la sexta estación, una santa
mujer fervorosa llegóse a limpiar
el sudor de mi rostro sagrado
con un lienzo blanco, llena de humildad.
Sígueme y verás,
que mi rostro estampado en tres partes
quedó en testimonio de aquesta verdad.
Séptima estación
En la séptima estación, es donde
caído en el suelo otra vez me hallaran
y del golpe que di yo tan grande
después no podía ni un paso dar.
Sígueme y verás
que llagado mi cuerpo y mi rostro
herido, escupido y denegrido estar.
Octava estación
Algunas mujeres con gran caridad,
afligidas sentían mi muerte
haciendo sus ojos fuentes de llorar;
sígueme y verás.
No lloréis, yo las dije, mi muerte
por vuestros hijos y por vos llorad.
Novena estación
La novena estación es adonde
estando mi cuerpo desangrado ya,
fatigado y muy falto de fuerzas,
con la cruz acuestas volví arrodillar,
sígueme y verás,
que en esta tercera caída
llegué con mi boca el suelo a besar;
en aquesta estación referida
estando caído volví a levantar
y al instante volví a dar en tierra
por ser ya muy mucha
mi debilidad.
Sígueme y verás,
que las piedras que había en el camino,
mis manos y brazos heridos están.
Décima estación
Esta es la décima estación, donde
habiendo llegado al Calvario, verás
que al quitar de mi cuerpo la ropa
volvieron mis llagas más a renovar;
sígueme y verás,
que la hiel con el vino mezclado
aquellos sayones a beber me dan.
Undécima estación
Esta undécima estación es donde
la cruz en el suelo sentada hallarás
y sobre ella tendido mi cuerpo
verás pies y manos en ella clavar.
Sígueme y verás
que al oír del martillo los golpes
se quedó mi madre de dolor mortal.
Duodécima estación
La duodécima estación es donde
allá en llegando considerarás
como en alto la cruz levantaron
clavando mi cuerpo por me avergonzar.
Sígueme y verás
el dolor que sintió allí mi madre
al verme escarpiado en la cruz expirar.
Décima tercia
Esta estación es la décima tercia
donde fervorosos fueron a bajar
de la cruz mi sagrado cadáver,
dos santos varones con gran caridad;
sígueme y verás
que mi madre me tuvo en sus brazos
mientras dispusieron llevarme a enterrar.
Décima cuarta
Estación es la décima cuarta
donde sepultura me fueron a dar
de limosna en un santo sepulcro
en el cual estuve tres días no más;
sígueme y verás
que después de dejarme enterrado
lloraba mi madre su gran soledad.
Estos graves dolores, tormentos
y muerte afrentosa que quise parar
en cuanto hombre, fue sólo por darte
la vida y sacarte de cautividad.
Sígueme y verás
que si humilde contemplas en ellas
siempre de mi gloria participarás.
Jesús, dulce amado,
no sea yo triste de vos condenado.
Oh, divino piadoso cordero Jesús,
Dios y hombre, si vos me mandáis
que prevenga mi cruz y que os siga.
Señor, ya obedezco, y la voy a tomar
y con voluntad.
los deleites del mundo y los vicios
y las vanidades prometo olvidar.
Yo, pequé contra vos, Cristo mío,
perdón de mis culpas
querrás otorgar;
yo propongo firmísimamente
no más ofenderos, nunca más pecar
y con humildad
las catorce estaciones y cruces
de la vía sacra siempre visitar.
Ea, hermanos amados de Cristo,
todo el que quisiere servir y agradar
a Jesús nuestro Padre, procure
su pasión y muerte siempre contemplar.
Jesús, dulce amado,
no sea yo triste
de vos condenado.
Amén
Domingo de Ramos
Calvario, Fuenteodra y Ordejón de Abajo
Fuenteodra, Agosto 1997. Informantes: Justi, Florencia. Canción incompleta.
Ordejón de Abajo, Septiembre 1997. Informante: María.
Jesús que triunfante entró (43)
Domingo en Jerusalen,
por Mesías aclamó
y todo el pueblo en tropel
a recibirle salieron.
Con muchos ramos y palmas,
jazmines y violetas
tirandólas (44) por el suelo
se abrieron todas las puertas
por donde el señor pasaba.
Jueves por la noche fue (45)
cuando Cristo enamorado
con todo el pecho abrasado
quiso darnos de comer
su cuerpo sacramentado.
Sentóse Cristo a la mesa
con todo el apostolado,
Tomó con su mano diestra
y un pan que fue consagrado
que a todos les repartiera
Menos a Judas malvado.
Un sermón le predicó,
mas poco le ha aprovechado.
43 Versión de este fragmento procedente de Fuenteodra.
44 Acentuación debido a la melodía.
45 Fragmento procedente de Ordejón de Abajo